El mejor comercial de coca de la historia

domingo, 30 de agosto de 2009

The Coca Cola Bottle



Pionera del marketing, la marca Coca-Cola, desde el principio, estableció intuitivamente una identidad corporativa. Aunque Raymond Loewy la incluía entre sus clientes y pese a que, en la época de los cuarenta diseño algunos artículos como cajas de botellas, maquinas de refrescos y un camión distribuidor, existe la duda (suscitada por la propia Coca – Cola) de si conto con alguna ayuda al diseñar el definitivo símbolo universal en que se ha convertido la botella de Coca – Cola, con seguridad, el envase con mas éxito de todos los tiempos.

La botella de Coca – Cola es tan fácilmente identificable (según la propia firma, la conoce el 90% de toda la población) que en varias ocasiones a lo largo de su historia se ha utilizado en solitario como reclamo publicitario, sin mas información, y en 1960 se registro este envase como marca comercial. De hecho, la famosa botella no surgió en el seno de la compañía Coca–Cola, cuyos productos, en los primeros años, estaban presentados en diferentes tipos de botellas lisas corrientes que fueron sustituidas por plantas de envasado individual. La famosa “falda de tubo” o, como se llamo en otra ocasión, botella Mae West fue creada por Champman Root Glass Company, de Indiana en 1915. Raymond Loewy destaco sus cualidades en una carta a Coca-Cola, donde la describió como “una obra maestra del diseño funcional científico”, incluyendo entre sus propiedades que manos de todos los tamaños podrían asirla fácilmente, incluso mojada, y su resistencia a los golpes debido al grosor del cristal y que en “las denominadas fuerzas internas de la estructura del cristal tienden a resistir el daño impulsivo y explosivo debido a una acción de percusión violenta sobre el punto de impacto”.


EL diseño clásico de la botella fue patentado el 16 de noviembre de 1915, el 25 de diciembre de 1923 (se la conoce también como la botella de Navidad) y en posteriores ocasiones, algo que da la medida de hasta que punto la firma Coca-Cola la consideraba un instrumento de marketing. El efecto unificador de una botella común, teniendo en cuenta que la Coca-Cola se envasa en mas de dos mil ciudades, fue un factor importante en la identificación del producto, y la “falda de tubo” se incluyo inmediatamente en todas las campanas publicitarias, hasta en los artículos de promoción como los silbatos de Coca-Cola. En la década de 1920 había lámparas promocionales con la forma de la botella y el los años 30 apareció una radio con ese mismo formato, además de los numerosos premios celebrados en torno a la iconografía del ya famoso refresco. Pero, sin duda, la botella de Coca-Cola atravesó su mejor momento durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la compañía decidió que las fuerzas del ejercito americano tendrían su Coca-Cola donde quieran que se encontrasen, estableciendo para ello plantas de envasado del otro lado del océano.

En 1955 la botella se modifico ligeramente: no solo perdió parte de su perfil macizo y bulboso, además, su pesado y deteriorado rotulo se sustituyo por pintura blanca que, entre los procesos de lavado, adquirió una apariencia casi terrosa. Incluso esta escueta versión ha sufrido nuevos cambios hasta llegar a cortar todos los lazos con la tradicional botella de Coke. Aunque esto no supuso el mismo impacto que la presentación de la nueva Coke en 1985 (que promocionaron algunos entendidos para solapar el calificativo de Coke Vieja en comparación al buen vino, aunque en seguida se sustituyo por la Coke Clasica como hoy se conoce), significa, no obstante, que las características visuales y táctiles de la botella original (además de la comodidad que achacara Loewy) hayan desaparecido de los envases actuales. Para quienes el distintivo de la botella gruesa de cristal era inherente a la Coca-Cola, lo “autentico” ya no lo será tanto.

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